Irene aprende sobre el amor…

Yvi apagó la radio, no quería oír más del consultorio sentimental de RuiXi. Irene volvió sus inmensos ojos oscuros hacia él y le preguntó:

— Papá, hay algo que no termino de entender. La gente pasa mucho tiempo comiéndose la cabeza con problemas de amores, pero ¿no hay problemas mucho peores?

— Sip, hija mía, los hay, pero éste es el más descolocante de todos los problemas.

— Pero, ¿por qué?

— Porque es del amor de lo que más esperamos. Para ser exactos, esperamos todo.

— ¿Y por qué no de los amigos? ¿O el arte? ¿O el conocimiento? ¿O viajar? ¿O…?

— Te podría decir que es porque, si lo haces bien, es todo eso al tiempo. Pero puede que no sea ésa la verdadera razón. No sé cuál es. Algunos creen que es simplemente que el sexo engancha mucho.

— Pero el sexo se puede tener sin complicarse la vida con el amor.

— Cierto. Irene, hija mía, durante la mayor parte de la historia de la humanidad el amor romántico no ha existido ni como concepto. Tus padres te casaban con quien mejor les convenía a ellos, y normalmente funcionaba bien. Aún es así en los matrimonios arreglados, por ejemplo, en la India, y no puedo decir que a veces no les envidie… Los esposos se terminaban por coger cariño en la mayoría de los casos. Y, como no se habían elegido, nadie veía terriblemente mal que se pusieran los cuernos. En el caso de ella, se exigía un mayor nivel de discreción, eso era todo.

— ¿Y por qué cambió eso?

— Una de las patas que sostenía aquello era la familia extensa poderosa, que ha desaparecido. La familia extensa es una competidora directa del estado, así que éste se empeñó en destruirla. Eso ha traído cosas buenas y malas. Las buenas: mayor libertad, el comienzo del fin del machismo. Las malas: soledad, desequilibrio, anomía…

— ¿No sería mejor volver atrás, entonces?

— Imposible, no hay vuelta atrás. Yo no querría, ni podría. Ni yo, ni casi nadie. La familia extensa era el sostén del machismo. Cuando una mujer se ponía enferma, el marido no tenía por qué hacer nada de la casa. Las otras mujeres lo apañaban todo.

— Ya entiendo. En cambio, cuando en una familia actual ella se pone enferma, él tiene que ponerse las pilas…

— Así es. Otra pata que sostenía aquello era el hecho de que los hombres y las mujeres apenas hablaban. No tenían de qué y, de hecho, jamás eran amigos. Sus mundos sólo se tocaban en la cama. Así es difícil enamorarse de verdad…

— ¿Los maridos y las mujeres no hablaban?

— Pues sí, claro, por lo general de trivialidades. Sólo en muy pocos casos había una comunicación real. ¡Si ni siquiera podían estar a solas! En una familia extensa, la mujer estaba con otras mujeres y el marido con los otros hombres. Sólo se veían para fabricar la progenie. Y hay una pata más: la gente era muy similar
entre ellos.

— Los habría altos y bajos, listos y tontos…

— Sí, sí. Pero hoy en día la gente busca ajustar sus gustos, carácter, estudios… Entonces, cualquier chica de tu clase social te venía bien. Realmente, los humanos estábamos mucho menos diferenciados. La personalidad, las diferencias, lo que hace a algunas personas especiales… es algo que se desarrolla con la civilización y la cultura. No es algo con lo que se nace. Si tienes que pasar tu vida fregando, cocinando y cambiando pañales de diez niños… ¿cómo vas a desarrollar una personalidad propia?

— Entonces, si te he entendido, la gente buscaba muy poco en el amor, y ahora busca demasiado.

— Sí, más o menos es eso. Hoy en día creemos que la felicidad está asociada a estar con la persona apropiada. Y quizá le pase a las mujeres más que a los hombres.

— Y tú, ¿papá?

— Yo también, hija, que para algo soy una lesbiana con pene.

— Mamá vuelve a no dar señales de vida, ¿no?

— Y yo no dejo de pensar en ella. La vida es tonta. Anda, ven que te cojo un rato…

Y volvieron a quedarse dormiditos…

23 Responses to Irene aprende sobre el amor…

  1. Erynus dice:

    ¿Crees que le digas lo que le digas vas a mantener a Irene «a salvo» del amor? Ay, el amor…pero si todo el mundo sabe que la ciencia no entiende de esas coss…Deberias dejarselas a los expertos.

  2. Beus dice:

    Hombre, veo menos convencida a Irene que a su padre en lo que respecta al amor. Parece que aún no le pica a ella mucho el tema. Pero entrará en el hoyo, entrará como todos entramos.

  3. Erynus dice:

    A proposito…¿para cuando las particulitas dichosas? que luego tu bien que metes presion 😛

  4. Alice dice:

    Yvi, siento contradecirte, pero creo que el amor romántico siempre ha existido, desde que el hombre es hombre y quién sabe si antes. Aunque antes se confundía con simple atracción sexual (para eso no hace falta ni hablar) y luego se le ha llamado amor. Y el sexo, al fin y al cabo ¿no es la forma que tienen los genes de dominarnos para seguir reproduciéndose a través de las generaciones y ser inmortales?
    Por tanto, el amor romántico es totalmente genético. Ahí queda eso 🙂

  5. webjinni dice:

    Erynus… (a) ¿y quién es un experto? (b) you’re right, my friend, volvemos a las particulitas en breve.

    Mme Beus, Irene es muuuuy lista, igual consigue no comerse la cabeza y, simplemente, disfrutar 😉

    Alice, discrepo. La atracción sexual sí ha existido siempre, pero no así el enamoramiento, que no es lo mismo. Es esa puñetera sensación de que sólo estás bien de verdad con una persona, tenerla siempre en tus pensamientos, imaginar mil detalles para arrancarle una sonrisa… desear volver a tocar el cielo con ella. Claro que también quieres hacer el amor, pero ojalá fuera sólo eso, de verdad…

  6. Alice dice:

    ¿Hasta qué punto somos libres cuando nos enamoramos?¿hasta qué punto decidimos nosotros cuándo enamorarnos y de quién? ¿quizá aparece la persona adecuada en el momento oportuno?¿hasta qué punto la idealizamos para que se ajuste a lo que deseamos que sea? ¿quizá podemos enamorarnos y desenamorarnos de una persona cada día? ¿quizá el enamoramiento es la traducción cultural y/ o una invención de rango digamos «superior» al puro sexo, que nuestros genes (¿o quizá los «dioses»?) utilizan para ligarnos a la persona que posee unos genes más afines a los nuestros para perpetuar la especie? ¿quizá todo es un invento de nuestra mente? ¿quizá, quizá….? joer, se me ocurren demasiadas preguntas y demasiado inconexas, esto es peor que cualquier dilema matemático….

  7. webjinni dice:

    Alice, realmente estás que te sales con tus preguntas… Obviamente, el sexo es importante en el enamoramiento, no creo que Yvi se pudiera enamorar de un señor con bigote (aunque nunca se sabe, sobre todo si se lo afeita). Pero el enamoramiento es un sentimiento tan fuerte que no estoy seguro de que responda a ninguna necesidad biológica… Estoy empeñado en desbiologizarlo, pero la razón es la que os digo: el encoñamiento, el sexo, la pasión… han existido siempre, el enamoramiento tal como lo entendemos, es reciente.

  8. Alice dice:

    ¿Pero cómo estás tan seguro de que el enamoramiento es reciente? quizá ha existido siempre….pero se le llamaba de otra forma. O no se le llamaba.

  9. Alice dice:

    Ah, y no me refiero solo al sexo…

  10. Superwoman dice:

    Yo aqui estoy con Alice… obras en las que se habla de amor, de enamoramiento, las hay desde la Edad Media… ?acaso las calificas de ciencia-ficcion? Puede que luego el sistema te casara con otro… o puede que no. Espera…

    http://blogs.20minutos.es/madrereciente/post/2008/09/03/embarazo-amor-matrimonio-embarazo

    Por lo menos esa historia situa la presencia del «enamoramiento» hace un siglo, claro que eso es relativamente reciente…
    Un supersaludo

  11. webjinni dice:

    SW, Alice, empezáis a entrar en el tema que realmente yo quería tratar 🙂 Un siglo no es suficiente, SW, mi idea (no sólo mía, no soy tan original) es que el amor como lo conocemos se desarrolla en la época romántica.

    Veamos: lo que sentía don Quijote por Dulcinea o Garcilaso por Isabel era «amor cortés». Lo que sentía Calisto por Melibea era encoñamiento, y lo de Melibea por Calisto, puro embrujo. El amor era una enfermedad a ser tratada, cuando se daba. E, insisto. Dada la comunicación que había entre hombres y mujeres en aquellos tiempos, ¿creéis que se parece en algo al enamoramiento que podemos sentir nosotros? Yo siento a mi compañera, mi alma gemela, la persona a la que quiero contarle todo lo que me pasa, que tiene mil cosas interesantes de las que hacerme partícipe, y yo a ella… además (let’s not forget) del sexo, claro está… ¿era eso posible entre Calisto y Melibea?

  12. Erynus dice:

    No hay expertos, esa es la lastima. Pero bueno, no hay que preocuparse.

  13. isa dice:

    Mmmm…Lanzaré unas ideas poco novedosas, a ver qué tal:

    -El amor romántico, el encoñamiento, la obsesión física o emocional ha exisitido siempre, lo llamemos como lo llamemos. Pudiera ser algo diferente o no, no lo sé…no recuerdo haber vivido en ninguna de esas épocas, y la literatura y la historia siempre me han parecido francamente incompletas para juzgar ninguna de esas cosas.

    -El problema es cuando nos educan en el reino de Jolivú, y nos inculcan desde los primeros Disneys que sin eso, sin conseguir ese objeto de deseo, esa relación perfecta, eso que es el ideal de la especie humana, para hombres, y más especialmente para mujeres, somos unos infelices y unos fracasados. No sé, es posible que esto sí que no se diera en el pasado y nos lo hayamos inventado para complicarnos un poquito más la vida todavía…ya no hay que sobrevivir en la jungla, hemos de buscar nuevos retos, aunque sea construyéndolos de forma artificial…

    (Por cierto, a modo de curiosidad,tengo yo un libro en casa editado por una asociación médica del síglo XVI sobre el enamoramiento como enfermedad, sus síntomas y sus remedios…)

  14. Superwoman dice:

    ¿Y en qué se diferencia según tú eso del «amor cortés» del enamoramiento? ¿Lo que transmiten los sonetos de Shakespeare o aquello de «polvo serás, más polvo enamorado» es también encoñamiento o amor cortés (ya nos estamos remontando a varios siglos atrás)? ¿Cómo llamas tú a lo de Napoleón con Josefina, que también está bastante documentado? Creo que a todos nos gusta pensar que somos los inventores de la rueda, pero creo que para ciertas pasiones humanas, llegamos veinte siglos tarde. Y los niños, que más o menos están «libres» de seguir o no seguir ciertas tendencias, se enamoran… se enamoran de hecho con un amor que está totalmente libre de prejuicios y sexualidad, totalmente amor platónico… dudo mucho de que eso sea un patrón aprendido en los últimos 100 años de lo que les rodea.

    De todas formas, transmitele a Irene que no estoy demasiado de acuerdo con la idea que desarrollas en el post en su conjunto.

    1/ Lo de que el Estado mató a la estrella de la radio… digo perdón, a la familia tradicional, no me cuadra. Modelos de Estado hay seismil y muchos de ellos todavía se apoyan en esa idea de «familia tradicional» (veasé Spain, twelfe points, hace menos de cuarenta años).

    2/ Para mí, lo que ocurre es lo mismito que pasó cuando nació la Filosofía en algún olvidado rincón de la antigua Grecia. Lo primero es tener la andorga llena y garantizarte un mínimo nivel de vida. Y hasta hace relativamente poco, la única manera de garantizar ese nivel de vida era pertenecer a una comunidad grande, un clan familiar, además con un papel especializado fuertemente asignado. Dicho de otro modo: si eras mujer, tenías que justificar tu existencia en el mundo siendo madre y esposa, puesto que las «tareas» fuera del hogar requerían mayor fortaleza física…

    3/ Lo de que no había comunicación entre el hombre y la mujer tal y como hoy la conocemos… pues qué quieres que te diga… Tampoco había comunicación entre dos hombres tal y como hoy la conocemos. Alguien que sepa algo más que yo de antropología: ¿qué ocurre hoy en día en las comunidades que aún viven de una manera más «tradicional» como los Amish o las tribus indígenas? ¿Hay o no hay enamoramiento y comunicación entre los dos sexos en esas tribus?

    4/ El punto de ruptura con la familia tradicional viene dado para mí por la Revolución Industrial (otra cosa de la que echarnos la culpa desde el punto de vista de la ética científica, aysss). Fin de la fuerza bruta para realizar el trabajo. La mujer puede incorporarse a este tipo de tareas y por tanto se empieza a reducir poco a poco su papel en el ámbito familiar.

    5/ El problema como dice Mafalda no es que hayamos roto las estructuras, sino que casi dos siglos después, todavía no andamos seguros de lo que tenemos que hacer con los pedazos… Otro post que tengo desde hace tiempo pensado en la cabeza pero que no termina de ver la luz porque no tengo una familia extensa que se ocupe un rato de los niños 😦

    Un supersaludo

  15. Alice dice:

    Chapó, Superwoman 🙂

  16. Superwoman dice:

    Hija Alice, es que tengo muy claro que si en mi edad y en mi estado no me paso el día (santo día en folclore materno) entero en el río lavando pises, tiene más que ver con la aparición de ese invento llamado lavadora que con cualquier intención de Superman por librarme de la tarea (y es buen chico y tiene la intención muy buena ;)).
    Un supersaludo

  17. eros dice:

    no sabia que la gente me tuviese que inventar existiendo como he existido desde siempre. preguntare a dionisio que opina el.

  18. Alice dice:

    Eros, yo estoy contigo, creo que has existido siempre…

  19. webjinni dice:

    Eros… has existido siempre, y hacías a los hombres desear a los efebos… bueno, de vez en cuando también a muchachitas 😉 En serio, no confudáis la atracción sexual (infatuation en inglés, eros en griego) con el amor romántico, donde creéis que sois una sola alma… mezcla de eros y agapé.

    SW, aquí hay mucho que cortar… El amor cortés no necesitaba gozar de su objeto del deseo. Era, lo que diríamos ahora, «platónico», y sí, es la madre del amor romántico. Los sonetos de Shakespeare estaban dedicados en su mayoría a un hombre (el conde de Southampton). Entre Romeo y Julieta, ¿era infatuation o amor? No se parece en nada a un enamoramiento de hoy en día, aquello era sólo físico! (los jóvenes no tienen el amor en el corazón, sino en la bragu… digo, en los ojos, dice don William)

    Ufff… estoy escribiendo un poco al azar 🙂 Lo de la familia tradicional: en tiempos del franquismo la familia tradicional ya estaba casi aniquilada. Lo que el régimen favorecía era la familia nuclear, numerosa a ser posible. La familia nuclear es el clan, que compite con el estado en atribuciones. Por ejemplo: en la familia amplia tradicional, los crímenes se castigan dentro, no fuera. La justicia estatal rompe ese esquema… Un ejemplo moderno: la mafia.

    Creo que comunicación verdadera en otras épocas sólo había, en general, como ahora, entre gente con afinidad real.

    En serio os lo pregunto: ¿de verdad creéis que las expectativas de una mujer al casarse hace tres siglos se parecen a las de ahora? Primero, ni decidían, eran los padres los que lo hacían casi siempre. Segundo, querrían a alguien guapo, sí, y que no les pegara, si era posible (no lo era), pero… ¿alguien con quien compartir gustos y aficiones? ¿Alguien con quien hablar de… qué? Hay excepciones en la historia, sí, pero pocas y gloriosas.

  20. Beus dice:

    Supongo que siempre esperaban poder compartir algo con su marido. ¿Será resignación al final? Estoy segura de que en algún momento de su matrimonio tuvieron un poco de fe o soltaron algún suspiro..

    PS: Un señor muy malo que iba conmigo en el ascensor, hacía que el ascensor bajara y bajara sin parar y sin llegar a chocar, cada vez más y más rápido! Sentía que sólo podía ser un horrible bucle infinito del que no podía salir.

  21. Alice dice:

    Yvi, esa mujer que se casaba hace tres siglos, o cuatro, o 20 siglos, ¿no podía enamorarse de otro hombre que no fuera su marido?¿un criado, un amigo del marido, un vecino, etc? ¿qué pasó entre Cleopatra y Marco Antonio? Yo creo que el amor, el enamoramiento o como se le quiera llamar, ha existido desde que el hombre es hombre.
    En cualquier caso, yo soy contraria total a poner etiquetas, sobre todo a sentimientos tan complejos. Hay que sentirlos y ya está. Lo demás son ganas de complicarse la vida, la verdad, hay que sentir, hay que gozar, hay que sufrir, hay que vivir, en suma. Deberíamos aprender a sentir sin tener siempre la manía de etiquetarlo todo y aplicar las normas sociales que nos imponen desde arriba.

  22. Superwoman dice:

    Sigo insistiendo, aquellas que tenían la andorga llena y «posibles», como se decía antes, tenía la capacidad de enamorarse… no necesariamente de su marido, Yvi, pero qué moderno eres… 😉
    Un supersaludo

  23. webjinni dice:

    SW, tampoco creo que ellas se «enamorasen» en el sentido moderno. Hoy en día, cuando las mujeres se enamoran, tienden (mucho más que los hombres) a romper con su relación anterior e irse. A nuestra Isabel II su señor esposo no le hacía tilín (bueno, él si hacía tilín-tilín, pero eso es otra historia), y por eso se repasaba a todos los guardas de palacio… pero enamorarse, lo que se dice enamorarse…

    Me gusta que el tema haya resultado polémico. Volveremos sobre él, he buscado ayuda en instancias superiores y estamos preparando un post más documentado 😉

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