Nación

En el principio, era el terruño.

Sí, había reyes, pero normalmente no molestaban demasiado. Molestaba mucho más el señor feudal local. Sí, el rey de Castilla era a la vez rey de Aragón, Cataluña, Valencia, Granada, Navarra, las dos Sicilias, el Milanesado, Flandes y había posesiones a su nombre en ultramar, pero digamos que afectaba de poco a nada a la vida cotidiana. De uvas a peras, alguna guerra obligaba a hacer una leva entre el campesinado, pero era un evento infrecuente por las revueltas que provocaba.

Hasta que un día… llegó la Revolución. La francesa, quiero decir. En 1792, Austria y Prusia intentaron una invasión de Francia, que se salvó in extremis en Valmy con… (y esto es una novedad importante) un ejército plagado de voluntarios. Pero eso no fue suficiente. La coalición no había sido derrotada, sino que España, Inglaterra y Holanda se sumaron a ella. La Convención se encontró frente al mayor ejército que había visto Europa y respondió de una manera original, que cambió el curso de la historia más que la declaración ésa sobre los derechos de no-sé-quién… Impusieron una leva obligatoria. Todos los solteros sanos entre 18 y 25 años fueron reclutados, y se montó un ejército de millón y medio de personas. Se apeló al patriotismo de los franceses. Inventaron Francia.

Desde entonces, los reyes necesitaron la colaboración activa de los ciudadanos como soldados. Por supuesto, siempre hubo deserciones y revueltas, que había que minimizar. ¿Cómo? Creando sentimientos de lealtad hacia el estado. Pero el estado es algo frío, es un colectivo de señores que ostentan el monopolio de la violencia en un territorio. Se necesita algo que llegue más al corazón: el concepto de nación. Nace el Romanticismo.

El Romanticismo inventa Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, España… Revive la Edad Media en busca de mitos apropiados. Inventa historias hermosas que justifican la unión de un pueblo bajo una corona: Arturo, Carlomagno, don Pelayo (sí, hay categorías). A lo largo del siglo XIX, las coronas pierden peso, las burguesías lo ganan, pero las burguesías están a gusto con el concepto de estado-nación. Se lo apropian.

Pero a este juego pueden jugar todos… sirve a las grandes potencias para convencer a sus súbditos de que se dejen matar por una bandera. Pero también sirve a algunos súbditos para inventar justificaciones para la secesión. Así, se inventa también Hungría, Escocia, Cataluña, Irlanda, Euskadi. Las burguesías periféricas luchan con las burgesías centrales por los privilegios políticos… Sacuden a su población contra el centro, invocando a sus sentimientos.

Flag

Veamos… ¿qué tienen que ver los sentimientos con el estado? Si es cierto, a día de hoy, que es inevitable tener estado, ¿por qué son importantes los sentimientos de pertenencia a una nación? Una nación no se define por la lengua (la India tiene 23 oficiales y nadie le discute el estatus), ni por la religión (en Alemania la mitad de la población cristiana es protestante, la otra mitad católica), ni por la etnia (¿dividimos Estados Unidos?), las naciones son inventos, todos ellos con menos de tres siglos de antigüedad. Cuando los ingleses se fueron de la India, consiguieron separar Pakistán mediante el nacionalismo religioso. Pero los intentos de fraccionarla más allá mediante el nacionalismo lingüístico o étnico fracasaron por un buen motivo: los indios sabían que separados se les comerían. Si tenían alguna opción de salir adelante, era unidos.

El nacionalismo es la idea que sostiene que el mundo se divide de manera natural en naciones, y que el sentimiento primario de pertenencia debería ser a dicha nación. Ahora que los ejércitos de leva están desapareciendo, ¿cuál es el motivo de su permanencia? Fácil: es el argumento, el único argumento que permite a la derecha ganar elecciones. Hay dos tipos de derecha: la liberal y la conservadora. El liberalismo es una doctrina económica con el mismo encanto popular que una patada en los riñones. El conservadurismo, en cambio, puede ganar elecciones, y el nacionalismo es su piedra angular.

Michael Billig ha acuñado el término nacionalismo banal para englobar todas esas actividades que nos hacen creer, sin cuestionarnos, la tesis del nacionalismo. Por ejemplo, los mundiales de fútbol, las banderitas para señalar los idiomas en los ingredientes de un paquete de galletas, la división de las noticias en «nacionales» y «extranjeras», etc. En USA tienen el juramento de lealtad a la bandera, que repiten los niños todas las mañanas. ¿No resulta increíble?

El mundo no se divide en naciones. Un estado no tiene por qué coincidir con una nación. Un estado no tiene por qué tener ciudadanos homogéneos en ningún sentido. La decisión de si Cataluña se debe separar o no del estado español debería ser racional y no sentimental. ¿Estarán (estaremos) mejor juntos o separados? Decir que en el marco de la Unión Europea no tiene sentido ya hablar de estados separados es no entender cómo funciona la Unión Europea. Sí es un club de estados, no de naciones; no es un estado, y menos aún una nación. Aún importa la cara que se da al exterior, y quizás nos convenga darla unidos. O quizás no.

En cualquier caso, las luchas nacionalistas convienen a las burguesías, tanto central como periférica. Los votos de CiU, PNV y PP provienen de esta falsa tensión, que han provocado ellos. Ellos provocan el problema, ellos lo resuelven. Como la Iglesia con el miedo a la muerte, pero eso es otro problema que será tratado en otro lugar…

No recuerdo quién dijo: «Sólo se deben alzar las banderas cuando están prohibidas». Yo añado: ni entonces. Al menos, no las banderas de estados ni de naciones.

(Gracias a Arturo)

13 Responses to Nación

  1. javirl dice:

    Jo… cuando hablo de política nunca comentáis!!!! 😦 Arturo me ha dicho (pero por email, grrr) que aunque el texto le ha gustado, me salto el tema del «nacionalismo de izquierdas», ERC o HB. Si alguien me tiende ese trapo, entraré a él con gusto… 😉

  2. Paco Andrés dice:

    Venga, yo te hago uno:
    Es curioso que los más grandes defensores públicos del nacionalismo son aquellos para los que evadir capitales no supone ningún problema moral, ni vender su empresa a capital extranjero saíendo que van a acabar desmontandola. Ambas cosas inmensamente provechosa para su querida patria.
    Pero hay que reconocer que el nacionalismo se vende muy bien. Y sirve para custificar cualquier atropello.

    Con respecto al nacionalismo de izquierdas, ya sabes que para mí tiene tanto sentido como (robando la frase a Marx) la música militar o la justicia militar.
    Es como ser un currito de derechas: sé que existen pero no lo entiendo.

  3. javirl dice:

    Gracias, Paco! Confiaba en ti!!! 🙂
    Me encantaría que alguien que se considere nacionalista y de izquierdas explicara su postura y pudiéramos debatir con él…

  4. Paco Andrés dice:

    Después del tiempo que ha pasado solo se puede llegar a una conclusión: nos tienen miedo 😉

  5. javirl dice:

    Nenazas… 😉 Lo que ocurre es que hay que especializar los blogs. El mío tiene el problema de que es generalista. En el tuyo sabemos qué esperar: análisis político. En el mío… bueno… 🙂

    O eso, o todo el mundo está de acuerdo con nosotros!! 🙂

  6. Paco Andrés dice:

    De todas maneras lo de la especialización tampoco sirve, en el mío solo comentan tres personas.

    Y ahora que lo pienso: una eres tú y la otra soy yo.

    Que triste es tener razón.

  7. javirl dice:

    De alguien que aparece citado en este blog alguien dijo que era de izquierdas no por ningún sentimiento positivo hacia la humanidad, sino porque le gusta tener razón. Bueno, de hecho fui yo quien lo dijo… 😉

    Paco, vamos a meternos en blogs de fachas y provocarles para que vengan a dar caña a los nuestros!! XD

  8. Erynus dice:

    No me lo puedo de creer… ¿tu buscando pelea? nah…
    Poco puedo decir yo de politica dado mi gusto por la aristocracia aristotelica o idealista platónica.
    Como decia alguien que no recuerdo. «El patriotismo al final se reduce a tu barrio, a quien conoces. Uno no va a matar o a morir por alguien desconocido que esta a 20 km de ti, ni a 10, ni a 4 manzanas. Al final lo que impulsa a uno a jugarse el cuello es la seguridad de los cuatro gatos con quienes compartes sutento, risas o una vida gris» (realmente la frase no era asi pero el mensaje era el mismo).
    Sobre la derecha y la izquierda… realmente ahora mismo no encuentro diferencia ni en ideologia ni en propuestas, ni en metodologia.El dia que encuentre un politico con ideales y valores es posible que le vote.

  9. javirl dice:

    Síiiii!! Peleaaaaaa!!!! XD

    Veamos, Erynus, respecto a la aristocracia, veo un problema grave. Un sistema político que funcione tiene que estar hecho «a prueba de tontos». No se me ocurre cómo conseguir una élite que (a) sea intelectualmente superior, (b) sea moralmente intachable, (c) se mantenga así y (d) no sea derrocada inmediatamente por gente intelectualmente mediocre y moralmente ambigua que conserven el nombre del sistema sin nada del espíritu.

    En mi opinión, los problemas de la democracia se resuelven con más democracia.

    Respecto a los sentimientos de comunión… estoy de acuerdo contigo. Los únicos sentimientos válidos son respecto a la gente con la que compartes tu vida o con la humanidad entera. ¿No incluyes esta última opción?

    Sobre la izquierda y derecha: según van pasando los años, cada vez creo más en mis ideas y menos en los que dicen que las van a implementar. No busco políticos intachables, no creo que esa especie exista. Busco que el sistema evolucione hacia uno en el que no importe que los políticos no sean intachables, if you get my drift… 😉

  10. Erynus dice:

    Obviamente en el momento en que los que sepan como llevar el sistema dejen la tarea de defenderlo a los menos capacitaods estaran sellando su sentencia de muerte. Una «casta», si prefieres llamarlo asi, de lideres la verdad es que es demasiado trabajo para que alguien quiera hacerlo. Como siempre hacer las cosas bien cuesta mucho y es mas facil escaquearse.
    Desde el momento en que la democracia es «hacer lo que diga la mayoria pero haciendo que la minoria no se sienta discriminada» para mi no funciona. Una democratizacion de todo lleva al relativismo y eso solo lleva a la abulia.
    La humanidad es el conjunto de todos los seres humanos y esta demostrado que no saben llevarse bien entre si, asi que «ofrecer tu mano» a toda la humanidad solo llevara que tengas que decidir a que parte tendersela y por tanto posicionarte. No es posible ser amigo de todo el mundo sin ser hipocrita. Personalmente asumo que nadie merece la pena y me sorprendo agradablemente cuando me equivoco.Es bien sabido que no todo el mundo llega a atravesar mi concha.
    Ahora mismo no importa que los politicos sean intachables. De hecho es abiertamente aceptado que no existe el politico honesto y a la gente no le importa. De hecho el que sostenga que un politico puede ser honesto es tachado de ingenuo. Asi que ya hemos llegado. Un sistema en el que incluso partidos que abiertamente reconocen ser corruptos y que no hacen nada para evitarlo (y ultimamente poco para encubrirlo) siguen en el poder y alrededores. Pero es lo que hay. Es lo que el pueblo quiere, asi que es lo que el pueblo se merece.

  11. javirl dice:

    Respecto a la democracia, creo que te confundes de término. Democracia sólo es gobierno del pueblo. Ni siquiera de la mayoría y, desde luego, no habla para nada del respeto a las minorías. La gente ha cargado el término con lo que le ha dado la gana. Democracia es la idea de que el pueblo tiene una voluntad, que puedes averiguar si les preguntas. ¿Qué hacer cuando el pueblo no tiene una voluntad única? Lo mismo que cuando el rey no tiene una voluntad única: forzarle a decidirse. Mediante el debate público, en principio. Si, aun así, no se llega a ningún consenso, entonces se optará por otra forma de gobierno en ese caso puntual, como la aritmocracia (gobierno del número, de la mayoría) o la tecnocracia (que decidan los que más saben del tema). Pero eso no es democracia. E insisto, no sé de dónde sacas lo del respeto a las minorías. Eso debería ser un resultado, no un postulado.

    Respecto a la honestidad de los políticos: en Europa somos más cínicos, sobre todo en España. En EEUU, en cambio, y en toda América, aún creen en la honestidad de los políticos. Me pregunto cómo cambiarán las cosas cuando dejen de hacerlo. Insisto, me importa un rábano que personalmente sean deshonestos. Es el sistema el que debe hacer que la falta de honestidad tenga efectos limitados.

  12. Paco Andrés dice:

    Me parece que empezamos mal, primero hay que definir conceptos y saber de que hablamos cada uno. ¿Estamos en un sistema tipo democracia o en uno tipo república (algunos prefieren llamarlo monarquía parlamentaria por eso de que hay rey y tal)?

    Si desde el principio empezamos a discutir partiendo de bases distintas, es obvio que nunca habrá acuerdo.

  13. javirl dice:

    Ainss… me temo que tengo una idea de democracia demasiado elevada. Yo no creo que vivamos en una…

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